viernes, 9 de noviembre de 2007

De un extremo a otro

Tocopillano de nacimiento, avecindado en Antofagasta de muy niño haciendo de esta gran ciudad, la fuente de crecimiento en todos los ámbito de la vida.
Es, sin embargo, la mano del altísimo, que me regala la oportunidad de vivir en un pequeño paraíso, de vegetación exhuberante, de ríos, lagos y mar que van bañando ilusiones de familias que a pesar de la lejanía de las grandes urbes, hacen crecer la vida a golpe de hacha y machete.
Puerto Cisnes, en verdad es "donde se inventó la lluvia", pero a pesar de su altísima pluviosidad (4 - 5 mt. de agua en un año normal), se vive con la tranquilidad de un pueblo pequeño, familiar, donde los hijos crecen respirando la pureza, con un manto verde bajo sus pies y la compañía de bosques y fauna que hasta aquí no sufre los embates del hombre consumidor de especies.
En fin un nortino que goza de la lluvia, el viento, la nieve, los rigores del mar y los placeres de este pequeño paraíso.

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